Utilidades en Navidades


en categoría Salud, Ciencia y Divulgacion


La Navidad es siempre una etapa del año memorable. Solemos reunirnos con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo para celebrar el tramo final de un año y el inicio del siguiente. Es decir, nos podemos pasar perfectamente como dos meses enteros festejando (no se sabe demasiado bien el qué), sin contar que hay gente que empieza a comer polvorones a media mañana durante los últimos (y mejores) baños de Septiembre en la playa. El caso es que todo lo hacemos en torno a una mesa llena de "alimentos" de todo tipo, muchos colores, sabores, olores diferentes...

No vengo a quitaros las ganas de Navidad, nada mas lejos de la realidad. Más bien al contrario. Pese a que no es el momento del año que más me guste, sé que para mucha gente estas fechas son especiales por el simple hecho de estar con la familia y disfrutar de la compañía y el ambiente navideño. Por eso lo que quiero es dar herramientas para que estas fechas las afrontemos como lo que son; algo especial que disfrutar con la gente a la que queremos, y no un suplicio por no saber qué, cómo o cuánto comer/beber de cada cosa para poder entrar en el vestido/pantalón/camisa que me han traído los reyes. 

 

Empezaría por esta frase: "Eat better, not less", utilizada mucho por un amigo y compañero de profesión y resumida en este post de mi compañera Ángela Moreno. Y es que en estas fechas no es que se peque de "comer de más" (que también), sino que se peca de comer peor. En vez de desayunar fruta, desayunamos leche con mantecados; en lugar de merendar frutos secos, comemos turrón... Y evidentemente, en las comidas/cenas en las que se congregan más personas que en una comunión, hay platos que quizás no sean de los más interesantes para nuestra salud. Parece que si elaboras una receta a base de verduras la gente te mira mal... ¡Hasta este punto hemos llegado!

 "Evidentemente, si comes saludable todo el año no pasará nada porqué comas un polvorón, dos trozos de turrón y alguna trufa. Es más, serás consciente de lo que estás comiendo y sabrás cuando parar. Seguramente tu bebida de elección será el agua, y si tienes oportunidad preferirás y degustarás los postres de este post antes que los comerciales, porqué sabrás a que sabe el chocolate negro (tendrás el paladar educado) y te gustará más que el que lleva azúcar." Gran reflexión de otra compañera, Silvia Romero (Equilibra't - Nutrición y Alimentación) reflejada en este otro post. Esto es, quizás lo más importante de todo. Si hemos recibido la suficiente educación alimentaria a lo largo de nuestra vida, no tenemos nada que temer. ¿Por qué? Es sencillo. Sabrías cuál debe ser el grupo de alimentos que debe constituir la base de tu alimentación (frutas, verduras y hortalizas), sabrías que las fuentes proteicas y grasas a las que tienes que recurrir han de ser de calidad, y sabes en qué alimentos se encuentran (legumbres, huevos, carnes y pescados frescos, frutos secos, aceite de oliva virgen extra...); quizás tus hijos estén acostumbrados a comer comida y no tengas problemas a la hora de sentarlos en una mesa con miles de cosas purulando alrededor de sus platos, porque sabrán escoger; Es probable que también te impliques en la cocina para elaborar platos o recetas con materias primas de calidad, que se traduzcan en un "ZAS" para toda esa gente que no considera nada más allá del embutido, el pan, el vino y el mantecado de postre. 

Porque volvemos a lo mismo de siempre. Lo importante no son las calorías, no comemos números. Comemos alimentos (no te comas un chorizo light, que no...).

 

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Pretendía haceros más faciles las Navidades, pero no sé si lo voy a conseguir. Desde luego, no es tan complicado. Algunas recomendaciones que creo que os pueden ser de utilidad:

1- No pretendáis cuidaros única y exclusivamente durante la Navidad (que también). Vivimos durante todo el año, comemos durante todo el año y nuestra salud la mantenemos a lo largo de todo el año. No limitéis el "tengo que cuidarme" a únicamente las fechas señaladas en las que por norma general solemos portarnos más mal de la cuenta. Come comida, haz ejercicio físico, no fumes, no bebas alcohol, descansa lo suficiente, exponte al sol de forma responsable, disfruta de tus seres queridos... siempre!

2- Recurrid a profesionales si lo necesitáis. No es por fardar de profesión, pero el que más os puede ayudar a cambiar los hábitos de vida y a aprender a comer, es el Dietista-Nutricionista. Si sentís la necesidad, pedid ayuda. Están para ayudaros.

3- Priorizad siempre los productos de origen vegetal. Tened siempre disponibles en casa fruta y verdura. ¿Os digo un secreto? El frutero vacío en mi casa no existe. Siempre hay fruta, o frutos secos. Es la mejor alternativa a los mantecados, creedme ;)

4- Implicaros en la cocina. ¿Por qué no? Hay millones de recetas que podéis elaborar con muchísimos alimentos. Combinaciones de sabores, texturas, aromas... Aquí algunas fuentes que suelo consultar habitualmente:

 

- Lucía Martínez, Dime Que Comes

- Silvia Romero, Equilibra´t

- Sara Garcés, La opinión de Sara

- Mireia Gimeno, recetas

- Victoria Lozada, Nutrition is the new black

- Rebeca Pastor, recetas 

- Marta Serra, cometeunapera

No olvidéis que una de las cosas con las que más disfruta el ser humano es comiendo. ¿Nos vamos a quitar ese privilegio? ¡En absoluto! Pero podemos hacerlo eligiendo con un criterio que nos permita mantener nuestra salud a buen reacudo, sin tener que padecer mañana lo que hoy nos dio igual.

 

Os voy a caer mal si no os felicito las fiestas, así que... ¡Felices fiestas!

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