Mi Dietista-Nutricionista no me ha dado un papel con una dieta


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Ahora, me atrevería a decir que más que en ninguna otra fecha del año, supongo que la gente que esté preocupada por su peso acudirá a su Dietista-Nutricionista (o no, porque esa es otra... Ahora después les doy cera a los "profesionales sanitarios" que dan recomendaciones nutricionales). Sin duda alguna, las Navidades agrupan una serie de fechas señaladas en las que los superávits y los excesos de alimentos que comunmente no deberían formar parte de nuestra dieta habitual, son evidentes. Muchas son las personas que deciden "disfrutar" y olvidarse de todo lo relativo a la salud hasta... "ya cuando empiece Enero, después de Reyes...", y luego les entra el pánico, y van a las consultas con sus planes "detox" y sus dietas milagrosas recomendadas por Puri, la vecina del cuarto (a la que le ha ido maravillosamente).

Perdonadme si os he resultado extremadamente irónico en el párrafo anterior, pero es que tenemos que tomarnos las cosas con humor y con filosofía. Vamos a destripar un poquito todo lo que he ido dejando caer, para que os sea útil ya no solo en Navidad, sino en cualquier tipo de situaciones parecidas, en las que el reunirse a comer en torno a una mesa "petada" de alimentos no resulte ser algo problemático:

Hay determinadas ocasiones en las que la situación incita a cometer excesos, eso es más que obvio. Pero, no por eso tenemos que acabar de comer y que el botón de nuestro pantalón esté pidiendo auxilio, no hay necesidad. Podemos disfrutar, de hecho debemos disfrutar con la comida. Comer es algo más que nutrirse, es placer, y como placer que es debemos saber disfrutar del hecho de comer. ¿Mi recomendación? Autocontrol, no hay más. ¿Difícil? Bueno, según como se mire. Muchas veces comemos por comer, por aburrimiento o incluso por no desagradar a ese conocido que ha hecho ese plato de comida que te estas comiendo. Puedes coger un plato, y hacer un barrido por la mesa, eligiendo las opciones que veas más saludables o te apetezca probar, pero hazlo de forma que luego te puedas sentar y no te vayan a estallar los pantalones... Tu ya me entiendes...

De cualquier forma, decides pasados esos excesos o llegado un momento determinado, cambiar tus hábitos y dejar peso. Pero quieres dejar peso rápido, sin que te resulte demasiado costoso y de forma que no se te escape demasiado dinero en ello. ¿Verdad? Quién no. Eso es precisamente lo que la mayoría de la gente elige para "enmendar" sus malas costumbres y corregir su peso. Aparecen las tan conocidas "Dietas Milagro", que de milagro tienen el adjetivo sin acepciones, ninguna. Este tipo de dietas, promovidas por pseudocientíficos lucrativos, se caracterizan precisamente por el tipo de oferta que tienen. Suelen ofrecer planes dietéticos basados en un tiempo "X", que prometen resultados muy rápidos, con el mínimo esfuerzo y con resultados positivos, basados en dietas super restrictivas que no hacen nada más que mermar tu salud y tu mente, por sumas de dinero que pueden permitirse la mayoría de las personas con un nivel de vida medio. "Dieta de la alcachofa", "Dieta de la piña", "No mezclar proteínas y carbohidratos en las comidas"... Seguro que alguna de estas sandeces las has escuchado, y más de una y dos veces... ¿Verdad? No sé por qué no me extraña (hoy en día, cualquiera sabe de nutrición).

Otras veces no, otras veces no te venden instrucciones dietéticas basadas en planes de mierda, pero te venden productos maravillosos y mágicos que curan/solucionan todos tus problemas de salud. Aquí entran desde los batidos "detox" hasta los quemadores de grasa, pasando por todo tipo de pastillas que son "maravillosas". Y un carajo... En cualquier caso, ellos salen ganando dinero y tu sales perdiendo salud. Los beneficios que este tipo de dietas/recomendaciones dietetico-nutricionales que te ofertan esta panda de memos son nulos, y se lucran a costa de tu salud. 

Luego están los "profesionales sanitarios" que se dedican a dar recomendaciones dietéticas sin tener ni pajolera idea de nutrición. Médicos que, cuando tu acudes a su consulta porque quieres bajar de peso o corregir tus hábitos alimentarios, te sacan una hoja (normalmente tamaño folio, un poco amarilla y polvorienta, de estar guardada en el cajón en el que tienen un paquetito de galletas para media mañana) en la que aparece un planning dietético, una "dieta patrón" que les sirve para todos los pacientes (niños, adultos, ancianos, embarazadas...) y para cualquier objetivo (siempre basadas en la pirámide, en la PIRÁMIDE xD). Cuando vuelvas a ir, si es que vas, asegúrate de darle tu nombre y apellidos al médico, para que por lo menos te individualice una hojita en el ordenador con tu caso particular...

Y cuando digo ni idea de nutrición, es ni idea, de verdad... Creedme. Estaréis pensando... Pero bueno, ¿qué manera de despreciar a un "médico" es esa, no? Seguro que lo pensáis. Pero bueno, con contaros una de mis últimas vivencias con un médico (porque son muchas las sandeces que he escuchado por parte de ellos) creo que será suficiente para que me entendáis. Yo he llegado a escuchar de la boca de una médico, que el zumo de piña no se le puede dar a las personas con hipercolesterolemia porque sube los niveles totales de colesterol. Toma, ¿cómo te comes eso? Ni por el azúcar que tienen ni ná de ná (como se dice en mi tierra)... Los zumos son malos por su efecto sobre el colesterol. Joder... Pero claro, esto es lo que tenemos... Si no tenemos Dietistas-Nutricionistas en nuestro Sistema de Sanidad Pública. Somos el único país de Europa que no tiene la figura del D-N en su sistema sanitario, con dos cojones. 

Así, a groso modo... Sabéis que un Dietista-Nutricionista no funciona así... ¿verdad? Si alguno de vosotros ha asistido alguna vez a la consulta de un D-N, seguro que no es lo que se esperaba (o si, porque malos profesionales los hay en todos los campos). Por regla general, habrá salido de su 1ª consulta sin un papel con una "dieta" que cumplir. Le habrán hecho una entrevista, para conocer su caso particular, sus preocupaciones, cuáles han sido sus hábitos de vida hasta ahora, a qué tratamientos se ha sometido anteriormente, gustos nutricionales... Todo lo que hay que conocer para poder empezar a ENSEÑARLE cómo comer, como vivir de forma saludable en torno a la alimentación.

Además, como ya comenté en este post, una dieta "saludable" es algo que nos permite alimentarnos, nutrirnos de forma saludable a lo largo del tiempo. Es absurdo hablar de "dieta" como algo pasajero, cuando se pretende perder peso. Hay que utilizar este término para referirnos a la alimentación que nos sustenta diariamente, que tiene que ser adecuada a nuestras características personales y, obviamente saludable. Tiene que ser algo capaz de mantenerse en el tiempo, que no le resulte tedioso a la persona que está bajo un régimen dietético de pérdida de peso, que no sea restrictiva y tenga cierto rango de permisividad (los alimentos son nuestras herramientas... utilicémoslos en nuestro beneficio)

  

 

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